Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) abren un abanico de posibilidades en la actividades y procesos que los seres humanos desarrollamos a lo largo de nuestras vidas. Las tecnologías no solo ofrecen información, sino que también reestructuran la forma de procesamiento e interacción en la red.
Los retos escolares en la era digital se incrementan y los actores educativos se ven desafiados por esta situación. La educación actual debe contribuir acertadamente a los nuevos requerimientos de aprender, donde la información, el conocimiento y la comunicación asumen diversos posicionamientos y reconfiguran el escenario formativo. De esta manera, puede generarse una tendencia que integre recursos y herramientas tecnológicas en la cotidianeidad del aula de clase.
Sin embargo, es importante cuestionarnos si, como docentes, ¿conocemos las bondades de las tecnologías? ¿Cuánto están transformando mi aula de clase? ¿Cómo contribuyo al desarrollo de una identidad digital en los estudiantes que les permita afrontar las exigentes demandas de las sociedades contemporáneas? ¿Tengo las competencias necesarias para iniciar el uso de las TIC? ¿Cuál es el rol de los estudiantes en este nuevo escenario virtual? ¿Cuál es el objetivo de la educación en la sociedad digital y mediática? Evidentemente, esta temática genera una serie de cuestionamientos.
Por ello, es necesario un abordaje epistemológico para construir un marco contextual que fundamente el uso de las TIC en la sociedad digital. Es, también, imprescindible comprender a la educación como un proceso de interacción y colaboración en búsqueda de la construcción del conocimiento y el aprendizaje significativo. Las TIC no podrán transformar el aula de clase si solo se las concibe de forma instrumental, dentro de paradigmas tradicionales que priorizan la transmisión de aprendizajes, memorización de contenidos o metodologías centradas en el profesor.
Así, consideramos oportuno reseñar los postulados teóricos del conectivismo, entendido como la teoría de aprendizaje que cimienta los procesos de interacción en el contexto digital, promueve el desarrollo de prácticas innovadoras desde los nuevos recursos de la web 2.0 y concibe ciertos usos pedagógicos de las TIC a partir del modelo TPACK. Este sustento teórico nos permitirá diseñar y construir contextos, escenarios y ambientes de aprendizaje enriquecidos en tecnologías.
Finalmente, hay que señalar la importancia de no perder de vista la necesidad de formación individual de cada ser humano para, a partir de esas particularidades, identificar las oportunidades provocadas por el uso universal de las tecnologías. De esta manera, los estudiantes podrán identificar los recursos y herramientas para gestionar sus redes personales de aprendizaje y adquirir competencias para autorregularse y desarrollarse profesionalmente afrontando los retos de la sociedad digital..
Autora: Deysi Flores
Docente – Investigadora UNAE
Licenciada en Ciencias de la Educación. Magíster en Utilización Pedagógica de las TIC (Leiria- Portugal). Doctoranda en Equidad e innovación educativa (Universidad de Vigo). Email: daysi.flores@unae.edu.ec