Las prácticas preprofesionales constituyen un entorno privilegiado para el aprendizaje y la mejora de la práctica docente, estas se convierten en el pilar fundamental para la reflexión y el desarrollo del pensamiento práctico, siendo este uno de los principios pedagógicos del modelo curricular.
Las prácticas preprofesionales se fundamentan en tres ejes vertebradores: acompañar, ayudar y experimentar.
Acompañar
El tutor profesional y los estudiantes observan, discriminan, distinguen, dialogan, hacen hipótesis y diagnostican, acompañados de sus tutores académicos, comparten experiencias, emociones y reflexiones que generan el pensamiento práctico, se realiza una observación participante, planificada y dialogante en función del eje curricular y el núcleo problémico.
Ayudar
El tutor profesional y los estudiantes asumen tareas específicas que se desarrollan con la guía del tutor académico y los docentes de otras asignaturas, diferencian, agrupan, contrastan, problematizan y reflexionan sobre las vivencias en la escuela.
Experimentar
Los estudiantes toman contacto con las situaciones problemáticas del aula, a partir de preguntas que emergen al acompañar y ayudar y dar lugar al pensamiento y procesos investigativos, diagnostican una situación, diseña un modo de trabajar, planificar cómo se desarrolla ese diseño, desarrolla, evaluar, en esta etapa se configura el PIENSA.
Modalidades
Se desarrollan tres modalidades de práctica preprofesional:
- Las prácticas regulares, las mismas que realizan los estudiantes de los primeros ciclos y consisten en asistir a las escuelas un día a la semana.
- Las prácticas intensivas, en las que los estudiantes asisten todos los días durante varias semanas hasta completar con el total de horas asignadas en cada ciclo.
- Las prácticas de inmersión, esta modalidad se desarrolla desde el tercer ciclo de la carrera de Educación Intercultural Bilingüe, consiste en realizar estancias en comunidades rurales Quichuas y Shuar. En esta práctica se procura la vivencia de la relación escuela, familia y comunidad. Los estudiantes toman contacto con el mundo cultural de la comunidad, la lengua, las celebraciones, las prácticas comunitarias cotidianas, como una oportunidad privilegiada de formación profesional y humana.
Las prácticas preprofesionales permiten aprender a pensar bien, sentir bien y hacer bien, para la mejora de la calidad de la educación, como elemento identitario de una cultura de la innovación docente, con el fin de fomentar una educación intercultural de calidad y calidez, en el marco de la sociedad del Buen Vivir.